5.3.3. Pérdidas de mercurio durante los procesos tradicionales

Se ha podido observar que las emisiones de mercurio al medio ambiente se producen en las siguientes etapas:

El uso de mercurio en circuito abierto es el problema que sin duda acarrea las mayores pérdidas de mercurio en la producción de oro. Las minas primarias en Brasil y Bolivia, que utilizan mercurio directamente en sus molinos para realizar molienda y amalgamación simultánea (64), pierden entre 5 y 10 kg de mercurio (en casos extremos hasta 25 kg) para recuperar 1 kg de oro . Por lo general, el intento de recuperar amalgama lo realizan con simples trampas gravimétricas o planchas de amalgamación. Por esto las colas contienen aún oro libre, amalgama y mercurio libre.

En la minería aluvial, las pérdidas de mercurio son casi tan altas como las arriba mencionadas, cuando el mercurio se añade directamente a la grava aurífera in situ, antes del bombeo, o en un barril mezclador previa a la canaleta o directamente dentro de ésta. Venezuela, Brasil y Colombia son algunos de los países donde se sigue este procedimiento.

Experiencias y evaluaciones realizadas en ambos casos (uso de mercurio en circuito abierto en la minería aluvial y adición de mercurio al molino en minería primaria), demostraron que la recuperación de oro, por lo general, es menor que cuando se utiliza un equipo de concentración gravimétrica cuidadosamente diseñado y operado. Por falta de conocimientos técnicos los mineros no logran por sí mismos esta optimización; por esta razón siguen utilizando mercurio en circuito abierto, aunque, desde el punto de vista técnico-económico, la amalgamación en circuito abierto no presenta ninguna ventaja para los mineros. Un menor consumo de mercurio y una mayor recuperación de oro, implica un ingreso más alto, hecho que los mineros entienden bien. Un concentrado muy rico implica menos colas de amalgamación (menor contaminación), o en algunos casos, la posibilidad de fundición directa. Por lo tanto, mejorar los procesos de concentración gravimétrica juega un papel importante en la reducción de la contaminación con mercurio (ver subtítulo 5.4.2).

Lamentablemente, entendemos que de hecho, sólo en raras ocasiones se podrá reemplazar la amalgamación por otra técnica en las operaciones de la pequeña minería, ya que la amalgamación es y seguirá siendo el método más sencillo y efectivo para separar oro de otros minerales pesados, que son recuperados en forma conjunta en un proceso gravimétrico.

Debemos restringir la amalgamación a la amalgamación de concentrados. Durante la amalgamación de concentrados, inevitablemente se pierde en las colas un porcentaje del mercurio utilizado, debido a que estas por lo general no son depositadas de manera segura. La producción de "mercurio molido" o "harina de mercurio" que no puede ser recuperado satisfactoriamente por métodos gravimétricos, ni con planchas amalgamadoras, depende fundamentalmente de la naturaleza de los concentrados y de la forma que se realice la amalgamación.

En la minería aluvial existen concentrados gravimétricos, donde el oro es limpio y los minerales acompañantes son inocuos. En estos casos, con una amalgamación cuidadosa de concentrados, las perdidas de mercurio o amalgama en las colas son mínimas (p.ej. < 0,5 % de mercurio utilizado). Sin embargo, existen concentrados donde algunos de sus componentes contaminan el mercurio, o el mismo oro está cubierto por pátinas de diferentes sustancias (p.ej. óxidos). Esto se observa especialmente en la amalgamación de concentrados sulfurosos de minas primarias. Aquí las pérdidas de mercurio en forma de harina de mercurio pueden exceder el 10 % del mercurio utilizado en el proceso.

En la separación de oro y mercurio, generalmente se pierde el mercurio que forma parte de la amalgama (si no se utiliza algún método de recuperación, p.ej. una retorta) . El porcentaje de mercurio en la amalgama, mayormente depende de la granulometría del oro y de la manera como se exprime la amalgama para separar el mercurio libre. Generalmente, el oro fino debido a la gran superficie que presenta, atrapa más mercurio por kg de amalgama que el oro grueso. Las relaciones Au/Hg medidas en diferentes minas, varían entre 0.5 Hg : 1 Au hasta 2 Hg : 1 Au.

Las pérdidas de Hg durante la limpieza de la esponja de oro (producto de la quema de amalgama), son muy variables (dependiendo de la granulometría del oro, tamaño del bollo –esponja–, tiempo y temperatura de la quema etc.) y pueden alcanzar hasta algunos porcientos del peso de oro. Generalmente los compradores requeman la bola de oro para asegurarse que la misma esté bien quemada y sin restos de mercurio en su interior y/o funden el oro que compran para eliminar impurezas (también mercurio). Los vapores de mercurio y otros metales pesados (plomo, antimonio, etc.) que se desprenden durante la fundición, generalmente se dispersan en la misma habitación (o la tienda) o son expulsados hacia el exterior de la misma (ver foto 27). Estas tiendas a veces se concentran en una sola calle de las poblaciones mineras. Se detectaron altas concentraciones de mercurio en la orina de las personas involucradas en este gremio, como en el de los vecinos (59).

Emisiones por derrame accidental o rotura de recipientes, ocurren durante el transporte y manejo del mercurio. Como el mercurio es una sustancia cara, los mineros generalmente tratan de recuperar al máximo el mercurio derramado. Los derrames de mercurio en las habitaciones o cocinas de los mineros, por la evaporación del mismo a temperatura ambiente, son un peligro permanente para la salud de los mineros y sus familias.

El mercurio por el uso frecuente o intenso (p.ej. mercurio varias veces exprimido) se contamina y pierde su poder de amalgamación. Los mineros desechan este "mercurio cansado".

La reducción de la contaminación por mercurio fue el propósito que algunos gobiernos tenían en mente –como el gobierno brasileño (65)– cuando emitieron una ley que prohibía el uso del mercurio. Sin embargo, el único resultado obtenido por la puesta en vigencia de dichas leyes, fue la utilización clandestina de mercurio por los mineros de estos países, y el control de su uso se tornó en una tarea aún más difícil que antes.

Conclusiones

Los datos obtenidos sobre las principales emisiones de mercurio en los procesos tradicionales de recuperación de oro, muestran niveles diferenciados en función al impacto ambiental (valores típicos promedio):

1) Emisiones en procesos de concentración en circuito abierto  (5-10 kg Hg/kg Au recuperado) a
2) Emisiones por las colas de amalgamación contaminadas  (0,01-1 kg Hg/kg Au recuperado) b
3) Emisiones en procesos de separación oro-mercurio c  (0,5-2 kg Hg/kg Au recuperado)

 

Foto 27. Campana para la quema de amalgama y fundición de oro dentro de una casa de compra de oro (Puerto Maldonado, Perú)