5.5.1.2. Uso de la amalgamación manual

En algunos casos, la amalgamación manual, p.ej. en un balde o una batea, es suficiente. Es decir, es rápido y tiene una buena recuperación del oro en forma de amalgama. Esto se puede utilizar, para algunos concentra-dos gravimétricos con las precauciones necesarias de seguridad (guantes de goma, bajo agua, lugar bien ventilado, etc.), p.ej. en la minería aluvial o primaria (vetas de oro y cuarzo sin sulfuros). Sin duda, es la manera más barata y por esto muchas veces preferida por los mineros. La ventaja de esta manera de amalgamación es que se la puede controlar muy bien. El operador puede añadir el mercurio gota por gota, justamente la cantidad necesaria para alcanzar la amalgamación. Así el uso de mercurio es bien limitado.
La amalgamación completa del oro se alcanza a menudo ya después de 5 minutos. Por esto y por la agitación relativamente suave de la pulpa, la producción de harina de mercurio puede ser mínima (hasta < 0,1 % del mercurio usado).

La amalgamación manual no se recomienda con cargas difíciles (p.ej. sulfurosas), donde el operador tiene que frotar la carga por horas, utilizando una piedra pesada en una batea de fierro o dentro de otra piedra. La exposición del operador a vapores de mercurio y la producción de harina de mercurio es alta (ver subtítulo 5.3.2.1).