Una técnica para la purificación de concentrado muy usada entre los
mineros auríferos del Africa es una combinación de calcinación y aventamiento.
El concentrado es calentado a una temperatura de por lo menos 600°C para
desintegrar ciertos componentes minerales en las arenas de minerales pesados,
como la hematita. Luego de enfriar el concentrado, las cenizas de los
componentes indeseados pueden ser aventados fuera del mismo.