En este proceso se aprovecha la característica de rebote de las partículas
dependiendo de su dureza o maleabilidad. Una partícula dura que
choca contra una pared resistente rebota más lejos que una partícula blanda.
Este principio se puede utilizar para la separación del oro que es relativamente
blando, de otros minerales o metales.
Los pequeños mineros en las regiones de la costa pacífica colombiana
separan los minerales de platino (PMGs) y el oro al poner el concentrado
en una lámina esmaltada y golpeando ésta con el dedo. Al inclinar la lámina
levemente, los PMGs, debido a que son más duros que el oro, saltan más
alto en la lámina, y bajan lentamente a lo largo de la misma, separándose de
esta manera del oro.