6.2.4. Aspectos de género

6.2.4.1. Consideraciones generales

Los aspectos de género son de especial importancia en la ejecución de un proyecto minero ambiental. El desarrollo equilibrado entre hombres y mujeres es parte de la visión del desarrollo. Desde una visión integral del desarrollo sostenible, crecimiento económico y desarrollo humano son dimensiones distintas pero complementarias del mismo.

La igualdad de oportunidades para los distintos grupos poblacionales y la ampliación de la democracia participativa son una condición para superar la pobreza. En ese sentido, es que el proceso de desarrollo que pretendemos apoyar no sólo debe buscar elevar indicadores ambientales y económicos, sino que debe preocuparse por apoyar el desarrollo de las personas, de los distintos grupos y etnias, del mejoramiento de su calidad de vida, lo que nos remite a hablar de fortalecer potencialidades.

Una consideración de los acciones de desarrollo, desde una perspectiva de géneroa, permitirá no sólo la optimización de la inversión social y económica porque toma en cuenta la particularidad de cada grupo, sino que nos permitirá avanzar de manera más adecuada en el apoyo a procesos de equidad, como base de la sostenibilidad del desarrollo de las personas y de los pueblos.

A nivel micro, se debe enfatizar el impacto económico y social en los/las beneficiarios/as del proyecto. La consideración de la lógica de funcionamiento interno de los sistemas de producción es importante para un apoyo diferenciado por género. Una propuesta de cambio técnico, por ejemplo, puede implicar cambios en la asignación de la mano de obra, lo que puede frenar o perjudicar la situación de mujeres, ancianos/as y menores.

La oferta del proyecto debe incorporar una oferta diferenciada por género en el marco de sus objetivos y propuesta temática. Esto supone que la elaboración de la propuesta es resultado de un proceso de planificación participativa con la población, presentando resultados claramente diferenciados por género.

A nivel meso, es decir, en el fortalecimiento de los instrumentos de implementación y fomento de desarrollo, se debe enfatizar en el apoyo a acciones tendientes al logro de igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, intentando afectar rutinas-esquemas institucionales. Muchas veces métodos de trabajo, ideologías e intenciones se encuentran enfrentados.

A nivel macro, influencia sobre las condiciones de entorno, se trataría de participar activamente en el diálogo político para favorecer condiciones que apoyen reformas legales en áreas ambientales, económicas, jurídicas, políticas tendientes a reducir desigualdades y/o reconocer derechos, a fin de respaldar los avances inmediatos, concretos, logrados a través del proyecto.

En la selección de los equipos de trabajo, los responsables del proyecto deben poner énfasis en la contratación de personal femenino, sobre todo en puestos directivos.

En ese sentido, para el personal femenino ya existente debe posibilitarse la información y asistencia a programas de formación/cualificación (nacionales, extranjeros).

A nivel de actividades con el grupo meta, el buscar formas de trabajo que incluyan a hombres y mujeres en todo el ciclo del proyecto, desarrollar categorías e indicadores por género, instrumentos de monitoreo, evaluación e impacto diferenciado, es tarea del equipo del proyecto.

De igual manera, es tarea del mismo equipo buscar formas de modificar sistemas culturales y procesos de trabajo asentados en desigualdades y discriminaciones de género. Sin estos cambios, los avances concretos no serán sostenibles en el tiempo.

De manera general, este propósito implica desarrollar métodos más participativos que reconozcan y respeten las diferencias; buscar acercamientos más sensibles a las realidades y perspectivas de los/las distintos/as participantes, gente local y agentes institucionales.

Este subtítulo se basa en los lineamientos conceptuales y estratégicos para la consideración del desarrollo equilibrado entre hombres y mujeres de la COSUDE (100) en Bolivia.