La amalgamación en las canaletas, utilizando mercurio en los espacios entre las rejillas, es una práctica frecuente. Generalmente, esto funciona para el oro grueso. El oro fino no tiene la suficiente masa como para penetrar la superficie del mercurio y el tiempo de contacto es demasiado corto como para amalgamarse en la superficie, especialmente con oro que tiene una superficie cubierta con óxidos o cuando el mercurio ya está contaminado (gastado). Por esto, la recuperación de oro fino en este proceso es muy reducida, en tanto que el impacto al medio ambiente es alto. Un alto porcentaje de mercurio se pierde junto con las colas, y es por esto que este proceso debe ser evitado a toda costa (ver subtítulo 5.3.2.1).