En el campo de la formación y educación, el punto 34.3 de la agenda 21 ofrece el marco predominante: La formación/educación, que incluye una formación formal, la creación de una conciencia colectiva y una formación profesional, pueden verse como un proceso que contribuye a que las personas, como individuos y como sociedad, puedan aprovechar todo su potencial. La formación es un requisito indispensable para el fomento de un desarrollo sostenible, para mejorar la capacidad de las personas, y para enfrentar la problemática del desarrollo y del medio ambiente. Mientras que la educación básica provee los fundamentos para una formación orientada hacia la problemática ambiental y el desarrollo, ésta tiene que ser considerada como parte fundamental del aprendizaje. Tanto la formación formal como la no formal son requisitos indispensables para una concientización en las personas; para que estas puedan sopesar sus intereses con respecto al desarrollo sostenible y puedan, finalmente, actuar. También son de vital importancia para la creación de una conciencia ecológica y moral, así como para los valores y opiniones, las capacidades y formas de comportamiento que puedan armonizar con el desarrollo sostenible, además para que la opinión pública tenga una participación y toma de decisiones efectiva.