Actualmente, en San Simón cerca de la frontera con Brasil, se utilizan molinos a martillos, seguidos por planchas amalgamadoras. Esta tecnología es muy ampliamente usada en Brasil. En estas plantas, el mercurio se echa a los molinos, con pérdidas excesivas de mercurio a las colas (hasta 2,5 kg de Hg para recuperar 100 g de oro). San Simón no se encuentra dentro del área original del proyecto. Para solucionar los problemas graves de contaminación, se ha decidido de ampliar las actividades futuras del proyecto a esta región.