Se han vendido varias retortas grandes a cooperativas aluviales altamente mecanizadas. Aquí, las retortas son utilizadas diariamente y reducen significativamente las emisiones de mercurio. Con una sola retorta grande, utilizada en una cooperativa del Rio K’aka, se ha podido recuperar en un año más de 300 kg de mercurio (vida del crisol: un mes). Las cantidades recuperadas por retortas de mercurio en la minería primaria (capacidad de molienda promedia: 15t/d) generalmente son más pequeñas. En estas, una vez por semana se queman hasta 2 kg de amalgama, recuperando alrededor de 50kg mercurio por año.