5.4.2.1.1 Bateas para oro
Las bateas, junto con las canaletas, son el instrumento de mayor
importancia en la pequeña minería aurífera. Tanto en la minería aurífera
aluvial como en la minería primaria, las pequeñas operaciones dependen
fuertemente del proceso de separación con bateas. En efecto, varias minas
pequeñas y artesanales no utilizan ningún otro procedimiento para la concentración
del mineral. Gracias a su alta selectividad, las bateas para oro
son únicas e irreemplazables en todas las fases de la pequeña minería, es
decir, en el reconocimiento, la exploración y en el proceso interno de control
de producción y preparación de la producción. Más aún, las bateas para
oro se utilizan frecuentemente en la fase preparatoria para limpiar o enriquecer
los preconcentrados. Una batea para oro es un aparato simple, generalmente
circular, con un corte transversal en forma trapezoidal o triangular,
a pesar de que también se utilizan cortes transversales en forma de óvalo
u oblonga, y bateas en forma rectangular.
A medida que el minero mueve la batea, el oro se reúne en el fondo.
Existen dos diferentes tipos de movimiento: uno rotatorio y otro longitudinal.
Lo importante es que la pulpa en la batea forme un lecho fluidizado para
que con el movimiento las partículas más pesadas puedan ir hacia el fondo. Si el material del fondo de la batea se encuentra compactado, el operador
pierde sobre todo el oro fino y las láminas.
Existen básicamente dos maneras en las que se opera una batea
para oro:
la batea norteamericana (corte transversal trapezoidal) y también las
bateas rectangulares se mueven de adelante para atrás para desplazar el material más liviano fuera de la batea. Muchas veces, una sección de la
batea tiene estrías que ayudan a retener el oro en la misma. las otras bateas (cortes transversales triangulares o cóncavos) deben ser
rotadas para que su centro se mantenga casi inmóvil (pero suspendido),
mientras que una combinación de corriente de agua y aceleración radial
llevan las colas (o livianos) fuera de la batea. El minero repite este proceso una y otra vez hasta que sólo el oro, o la
arena negra conteniendo el oro, permanezcan en la batea.
Las bateas de madera o fierro (oxidadas para que la superficie sea
más áspera y que el color sea más oscuro) son las que mayormente son
utilizados en Latinoamérica, a pesar de que las bateas hechas de PVC negro
ofrecen varias ventajas: son resistentes a las rajaduras, livianas y generalmente
durables, y el oro se muestra claramente en ellas. En el uso de la
batea hay que tener cuidado de no perder oro fino por flotación. Este efecto,
que se presenta también en otros procesos gravimétricos (canaletas, mesas,
etc.) significa que el oro, debido a su superficie hidrófoba (una característica
que puede ser reforzada por un recubrimiento de grasas o aceites) no se
hunde, sino que flota en la superficie del agua. Mientras que en el proceso
de flotación (como alternativa a la concentración gravimétrica, ver subtítulo
5.6.2) se aprovecha esta característica, en el caso de la concentración
gravimétrica produce pérdidas. Por eso hay que evitar la contaminación de
la carga con aceites o lubricantes. Unas gotas de detergente o jugos de ciertas
plantas, como la savia del sisal (fique o pita), pueden ayudar a prevenir
la flotación. El rendimiento de las operaciones de separación de oro sólo con
bateas es generalmente bastante bajo. Si la carga se separa fácilmente,
un minero puede manejar cerca de 100 bateas llenas pesando aprox. 10 kg
cada una en un día de trabajo, dando así un rendimiento aproximado de 1 t/
d. Las partículas gruesas de grava en la carga son retiradas antes con una
malla o a mano mientras se mueve el material en la batea. Cuanto más fino
el oro, más altas las pérdidas debido a la descarga inadvertida de partículas
finas de oro.
Las bateas para oro son de fácil manufactura. Un poco de trabajo
simple de laminación es suficiente para convertir la tapa de un tambor de
diesel o cianuro vacío en una batea para oro. En talleres pequeños también
se producen bateas de madera, de PVC o PE. El grado de recuperación con batea depende en gran parte de la
habilidad del operador. Con una operación cuidadosa la recuperación puede
ser muy buena, hasta partículas de cerca de 20 mm. Por esta razón las
bateas también son artefactos importantes para el control durante el
proceso de concentración gravimétrica, tanto en minas aluviales como
en minas primarias.
Las bateas de oro se fabrican de diversos materiales: