5.5.2 Técnicas para recuperar mercurio de un circuito abierto
El daño al medio ambiente ocasionado por el mercurio utilizado en
circuito abierto ya ha sido discutido varias veces. Por lo tanto, el objetivo
de cualquier desarrollo tecnológico debe estar basado en ofrecer a los pequeños
mineros técnicas alternativas de procesamiento. De acuerdo a la
experiencia en diferentes proyectos de este tipo, un cambio completo de las
técnicas de procesamiento es un proceso largo, especialmente si se involucran
las inversiones de los mineros. Los ejecutores de un proyecto de asistencia
técnica generalmente no son los dueños de las minas o de las plantas de procesamiento. Si el uso del mercurio en un circuito abierto no se puede
evitar en algunas regiones, por lo menos a corto o mediano plazo, el
mercurio debe ser recuperado más efectivamente del circuito abierto para
poder reducir la cantidad de mercurio emitido. Esta táctica se debe utilizar
como una medida a corto plazo. Felizmente cuando los mineros están de
acuerdo, como primer paso, de aceptar asistencia técnica externa, el segundo
paso (eliminar el uso del mercurio en circuito abierto) es más fácil.
Una vez más recalcamos que la regla básica es: la prevención debe
ser implementada preferiblemente antes que la limpieza posterior (es
preferible no contaminar las colas con mercurio, permitir su contaminación
durante el proceso y limpiarlas posteriormente).
Para recuperar el mercurio de las colas descargadas de una planta
existen diferentes métodos posibles:
Trampas de mercurio: las trampas hidráulicas, se usan para la recuperación del mercurio de pulpas de grano fino, que resultan de combinar la
molienda con el proceso de amalgamación. Mientras gotas grandes de mercurio y trozos de amalgama se pueden recuperar fácilmente, la harina de mercurio sólo es recuperada en cantidades pequeñas. Existen trampas hidráulicas de laberinto y con inyección de agua. Planchas de amalgamación: En muchas plantas en la pequeña minería primaria, las planchas son utilizadas como el único paso de concentración o
recuperación del oro, por ejemplo, inmediatamente después de los molinos
trapiches, molinos de pisones, o martillos, donde se echa el mercurio para
combinar molienda y amalgamación. Las planchas amalgamadoras necesitan
mercurio, amalgama y oro limpio para recuperarlos. Las partículas de
oro y amalgama bajan por su alto peso específico al fondo de la pulpa, y "en
caso que estén limpias" toman contacto con la superficie de mercurio en la
plancha y son atrapadas, mientras que el mercurio atomizado, mercurio y
oro ensuciado y flóculos de amalgama pasan sin pegarse. Las perdidas de
mercurio y oro en planchas de amalgamación, dependiendo de la carga y
del manejo, pueden ser muy altas. Canaletas: Las canaletas con una cubierta textil o de alfombra, cuidadosamente operadas (lavados frecuentes), pueden recuperar el mercurio
atomizado mejor que las trampas de mercurio o que las planchas de
amalgamación. Al contrario de las últimas, las canaletas dependen sólo
del peso específico del mercurio (o amalgama, u oro) y no de una superficie
limpia. Mientras el movimiento de las partículas en la pulpa hacia
el fondo es parecido, el mecanismo de adhesión a las alfombras no es perjudicado por superficies sucias. Las canaletas también pueden recuperar
una parte de los flóculos de amalgama, que pasan por planchas y
trampas sin detenerse. Un proyecto que quiere mejorar rápidamente la situación ambiental
en una región, donde se utiliza amalgamación en flujo abierto, puede, mientras
la concientización de los mineros para cambiar todo su proceso tarda,
instalar canaletas con alfombras en las colas de las plantas amalgamadoras
para recuperar algo del mercurio/amalgama perdido. Esto es barato y sirve
efectivamente para demostrar a los mineros las pérdidas de mercurio y oro,
que ocurren en su sistema. Así se logra más fácil el acuerdo con los mineros
para cambios substanciales.