6.2.7.2 Monitoreo y evaluación
Parte importante del control de calidad son el seguimiento y la evaluación,
que en lo posible reconocerán a tiempo las modificaciones involuntarias
en el plan, así como cambios importantes que se den en las condiciones
básicas del proyecto.
En el seguimiento se controlan y se evalúan periódicamente los
datos
relevantes, referentes a la situación actual del proyecto o a la situación
general, por ejemplo aquéllos sobre el manejo de riesgos mencionados en
la ilustración que se puede apreciar arriba. Estos datos permiten obtener
conclusiones acerca de los cambios o discrepancias que se han dado.
Para la evaluación, es importante tener conocimiento de los aspectos
a examinar y de las dimensiones de los objetivos correspondientes (indicadores).
Los logros de la situación actual, detectados en el marco del
monitoreo
del proyecto (descrito con valores cuantificados) son luego comparados
con las metas fijadas.
Aquí se diferencian tres niveles, sobre los cuales se lleva a cabo la
evaluación:
El peligro de una evaluación esquemática de esta índole es que
siempre
se toma como referencia la documentación de planificación. Esto tiene
como consecuencia que se pueden evaluar las adaptaciones (necesarias y
flexibles) de la estrategia del proyecto a los cambios de las condiciones
como incumplimiento de la planificación. Además, las tareas de administración más importantes en un proyecto
generalmente no están estrictamente definidas en el nivel de resultados,
de tal manera que al hacer la evaluación quedan fuera de consideración.
Finalmente, en el control formal del proyecto, rara vez se cuestiona lo
siguiente:
“¿Qué hemos aprendido en este proyecto?”, y así se deja pasar la
oportunidad de descubrir la esencia del trabajo, que como experiencia importante
también podría ser aplicada a otros proyectos. Los monitoreos y evaluaciones de esta índole podrán efectuarse
tanto
interna como externamente.