El hecho de que el área piloto “río Calera/Salado” no cubre toda la región de Zaruma-Portovelo, provocó en un primer instante un malestar entre los propietarios asociados a APROPLASMIN, quienes poseen instalaciones ubicadas fuera de este sector. Ellos consideraron la afiliación en el área Calera como un trato desigual, y solicitaron que se les tome en cuenta de igual forma. En varias reuniones, de carácter urgente en los meses de enero a febrero de 1997, se buscó la forma más adecuada de involucrarlos. En las reuniones se dejó claro, que la tarea del proyecto no es la elaboración de estudios de impacto ambiental como un subsidio al sector minero, sino el desarrollo de nuevos modelos y conceptos, que en el futuro puedan fortalecer al sector minero y beneficiar la situación ambiental de la población en general.
Esta argumentación permitió que los mineros aceptaran un esquema de autofinanciamiento para futuros estudios colectivos y de su implementación, repartiendo entre los beneficiarios los costos de elaboración de los mismos.
El marco teórico del Plan ECO+ permitió establecer para el resto de la región de Zaruma/Portovelo otras dos áreas de estudio, que cumplen con el requisito de “... similares características ambientales ...”, que son la vega del río Amarillo y las laderas en la parte alta de los cantones Zaruma y Portovelo.
De esta forma, hasta finales de junio se han presentado 38 solicitudes por parte de propietarios de instalaciones ubicadas en las áreas ECO-Amarillo y ECO-Alto, comprometiéndose cada uno a pagar voluntariamente cuotas de afiliación entre 500 y 1.500 US$. La recaudación de estos fondos permite comenzar con la realización de otros dos estudios colectivos de impacto ambiental, que se denominarán “ECO-Amarillo” y “ECO-Alto”. Con estos dos estudios ECO se espera poder involucrar a la mayoría de las instalaciones de la región en un plan de manejo ambiental regional.
El proceso de implementación de planes ECO+ en la región Zaruma/
Portovelo a finales del año ’97 (después de casi 4 años de trabajo del
proyecto),
ha alcanzado un cierto nivel de autodinámica. En reuniones con
autoridades de minería y salud, convocados por los afiliados al plan ECO+,
los mismos mineros (!) comenzaron a exigir, que se ejerce presión a todos
aquellos que no están dispuestos a trabajar en forma ambiental.